
Había cierto interés en este encuentro y se había declarado partido de la jornada. Los Castañales llegaban imbatidos y se enfrentaban al segundo clasificado. Hasta ahora habíamos tenido rivales de la zona baja y el rival de hoy nos iba a dar la verdadera medida de los nuestros.
Los niños de Abraham, salieron desde el principio a por el partido y a los cinco minutos, ya nos habían despejado todas las dudas.
Jugaron como siempre, dominaron como siempre y marcaron goles igual que siempre; además de nuevo dejaron la portería a cero.
¡Menudas fieras!
Arrasan como un huracán.

