Han pasado más de 1500 días desde que los Socios me encomendaron las riendas del CD Covadonga. Yo no había llegado al Club con ese pensamiento en agosto del 2016, solo venia a aportar mi trabajo en la parcela deportiva de la mano del entonces Presidente y de Fermín Álvarez, pero las circunstancias y el cariño de mis compañeros me empujaron a dar el paso a la presidencia en aquel octubre de 2017.
Han sido más de cuatro años maravillosos, duros pero maravillosos, donde he intentado estar a la altura del Club que representaba y de todos sus componentes, socios, deportistas, padres, simpatizantes, trabajadores…
He vivido cosas increíbles que nunca olvidaré y que me los guardo para mí, para mi álbum de imágenes más intimo, abrazos que sabían a caramelo, lagrimas de rabia, mensajes que te recargaban el alma, palabras que te sacudían entero, de todo, hubo de todo.
Recuerdo especial para las Instituciones más relacionadas con el deporte. La Federación de Futbol con sus trabajadores y con su Presidente de Honor, Maximino Martínez, genio y figura, su sucesor, José Ramón Cuetos Lobo. El Ayuntamiento de Oviedo dirigido por su Alcalde, Conchita Méndez, Concejal de Deportes que ha puesto al deporte de Oviedo a un nivel de ayudas y atenciones muy alto, los trabajadores de la Concejalía de Deportes de Oviedo que tanto me sufrieron…., medios de comunicación, etc.
Pero hoy es el día de apartarse y ceder el testigo. El desgaste de estos años en los que gracias a Pablo Fernández, la Directiva el Club, la Dirección Deportiva, los Deportistas, los Padres, los Socios, los Patrocinadores, los Trabajadores, los Colaboradores, ha logrado subsistir en unas condiciones que nadie conocíamos y que han requerido un esfuerzo extra.
El cansancio y la falta de ilusión son un claro signo de que ha llegado el momento, este Club necesita gente con ilusión y fuerzas para seguir creciendo y mantenerlo en un nivel reconocido en Asturias, incluso fuera de esta tierra tan querida.
Por eso no voy a optar a la reelección a pesar de haber recibido multitud de apoyos para continuar, tenéis que perdonarme, necesito mi tiempo, mi descanso, y no hay más.
Me despido con unos versos de una canción de mi admirado Joaquín Sabina;
“Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás”
Eternamente agradecido, Vamos Cova!!!!
Francisco Cabal
Presidente