Tras una primera parte llena de unión, esfuerzo, sacrificio y buen juego, donde el equipo se puso por delante y pudo sentenciar el encuentro, el fútbol volvió a ser cruel con los nuestros. Después de un despeje del Cova, el balón le llega al portero rival y desde unos 60 m se lo quita de encima, el balón coge la trayectoria y fuerza idónea para que pase lo único que podía pasar para que el equipo no ganara, el despeje termina dentro de la portería. A partir de aquí el encuentro cambia la dinámica y hace que el Lealtad controle el partido, marque el segundo y se lleve la Victoria.