Cada semana Tini no para de sorprendernos con sus habilidades e inventos. Según llega de trabajar los sábados y casi sin dormir, se pone el traje de faena y al Rabanal.
Un chiringuito para la prensa, unos bancos para mil usos, una taquilla para las entradas, un mostrados para el día del bollu… y mil cosas más que nos saca de ese gran talento y buen corazón, en la entrega desinteresada por los demás.
El campo necesitaba una herramienta para repartir el caucho, Tini sacó la barita mágica y ya tenemos una máquina de gran nivel para mejorar el sintético.
¡Qué persona tan grande el Tini!