Cuando en un partido se enfrentan niños de 4 años, la diversión está garantizada, y si además ganas el partido, se desata al locura en los niños. Este sábado ganaron, pero si hubiesen perdido, se hubieran divertido igual, ya que lo que buscan es jugar. En esto partidos, casi siempre se observa un balón rodeado de niños en una tremenda lucha por saber quién se lo va a llevar. A pesar de todo, el entrenador Valcarcel se fue muy contento, ya que algunos mantuvieron la posición en determinados momentos del encuentro y hasta fueron capaces de realizar algún pase. Es cuestión de tiempo. Por cierto,… los padres, con los nervios a flor de piel y el polideportivo lleno a rebosar.


pueden ser los pequeños pero ganas no faltan