Croniva veteranos (Tineo-Covadonga)

Tinéo Veteranos 1 – Covadonga Veteranos 0

Domingo 15 de Mayo 2011. El sol, venciendo la oposición de las nubes, apenas había comenzado a teñir las cumbres de las montañas derramando su dorado. Es fiesta y séptimo día de la semana. Día señalado por el Creador, primer programador de la historia, para descansar y poder secarse el sudor de la frente con el que se gana el pan desde que Adán y Eva, animados por la Bicha, se dieron a comer la manzana, aunque otras versiones refieren que se trataba de un higo. Un puñado de valientes, algunos arropados por sus parejas, reciben las últimas directrices para la confrontación próxima a las puertas del Bar Rodrigo. En las caras de casi todos se refleja la vigilia previa a la tensión del encuentro, que algunos intentaron calmar con brebajes heredados de antiguos druidas y acompañados en la mayoría de los casos de hielo y limón. .-Las fuerzas rivales se encuentran en las montañas y gozan de gran experiencia.- comentó Fran, al mando del grupo.- Tenemos que actuar muy juntos. Moviendo el balón. Somos pocos y algunos aún no estáis recuperados de vuestras heridas de batallas anteriores. Debemos de actuar con inteligencia y no malgastar fuerzas con esfuerzos poco útiles. Los hombres se miraban inquietos entre si y se preguntándose con gestos si alguien había pagado lo de la barra. .-¡Falta Arturo!. ¡Falta Arturo!.- Comento alguien .- Ya está camino del campo.- tranquilizó Nacho a todos. del campo.- tranquilizó Nacho a todos. .- Bueno entonces partamos.- Ordenó Fran con autoridad. Los hombres fueron montando sobre sus carruajes tirados por caballos, en este caso de vapor y formando columna se encaminaron rumbo a Tinéo. Tinéo, pueblo de la tierra Astur situado en la zona septentrional del territorio. Habitado por hombres endurecidos en la lucha con la orografía para sacar adelante una próspera ganadería y una no menos próspera agricultura. Además la naturaleza ha escondido en las entrañas de esa zona, una riqueza en carbón que ha llenado el subsuelo de Tinéo de galerías y las calles de la villa de prejubilados. Hombres aún jóvenes que dedican su tiempo de ocio en practicarse en el manejo del balón. Curtidos en mil batallas y ante rivales de tierras lejanas forman un grupo que infunde respeto. Nuestros muchachos parten sin miedo, ilusionados y disfrutando del camino. El paisaje no puede ser más hermoso. Frondosos bosques enmarcan una sucesión de valles al fondo de los cuales, desde lo alto del camino, se intuye el discurrir de un río bien alimentado por la últimas lluvias. Rebaños de vacuno, ovino y caballar pastan tranquilos bajo el alegre vuelo de aves, con abundancia de córvidos, que sienten en su interior el definitivo arranque de la primavera. El camino discurre casi siempre en las alturas donde impresionantes obras de ingeniería salvan, afeando el paisaje según algunos, valles y montañas. Como si de pájaros se tratara nuestros viajeros pudieron contemplar, desde lo alto poblaciones como San Claudio, Trubia o Grado, donde los más atentos vieron, en algunas caserías próximas a la ruta, algunos ejemplares de las mentadísimas “pites” La ruta cruza poblaciones como Cornellana, trayéndonos al recuerdo, a casi todos, los sabrosos bocadillos de carne de Casa Grana, que devorábamos a la vuelta de nuestros partidos por el occidente, o como Salas con los imprescindibles Carajitos. También pudimos ver cantidad de Molinos, que hubieran hecho huir a Don Quijote “de haberlos habido, fiel Sancho. De haberlos habido, que gigantes como aquestos son empresa grande y ha menester de más mocedad que no de arrestos, que desos hailos”. Ya en el campo el equipo formó con Arturo en la portería. Luis, Mier, Blanco y Jabato en la defensa. Héctor, Julio, Avella y Nacho como línea media. Y Andrés y Lorenzo en el ataque. Este último de haber tenido que pasar el control antidoping hubiera dado negativo, pero seguro que le quitarían algún punto, El equipo empezó tímido para el ataque, agazapado junto a su defensa en la línea medular y firme en retaguardia, tanto en la defensa como en la portería. Espeso en el juego de alguno de sus hombres claves y agarrotado en las bandas, debido a las molestias físicas de algunos y a las carencias también físicas de otros, el juego resultaba demasiado previsible y sobre todo muy parco en amplitud. El Tinéo sin dominar claramente se hacía, en estos albores del encuentro, con el centro del campo intentando castigar con balones profundos, sobre todo en banda derecha, nuestra portería. Dos buenos balones perpendiculares, a ras de suelo, batiendo nuestras líneas medular y defensiva estuvieron a punto de conseguirlo, pero la intervención de nuestros centrales y de Arturo en último extremos hicieron que se quedase en eso; Un susto. A pesar de todo el juego poco a poco fue volcándose hacia el terreno del Tinéo. Nuestros jugadores se fueron asentando y el juego iba ganando en fluidez, aunque seguía careciendo de amplitud, más notoria en un campo de tan reducidas dimensiones. Fran reaccionó y colocó a Montero en banda derecha, en sustitución de un descolocado y muy cansado Héctor, dando un poco más de anchura al juego lo que hizo que en un par de ocasiones los que pasasen el susto fuesen los defensas del equipo local, que evitaron el remate definitivo de Andrés en la frontal del área pequeña. Andrés, sería protagonista de la acción que pudo haber dado otro rumbo al encuentro, cuando, esta vez por el centro, fue objeto de un claro penalti después de haber superado la oposición de dos defensas y se dirigía con muy mala idea hacia la portería contraria. Algunos disparos, errados de dirección, por parte de ambos equipos, entretuvieron al numerosísimo público asistente hasta el descanso. Momento que aprovecharon para visitar las dependencias del bar. La segunda mitad, con algunos cambios realizados por el entrenador del Covadonga configuraron un equipo algo diferente, que si bien llevó algo más de peligro a la meta del Tinéo, no acabaron con el balón en la red. Tato empezó en el Ala derecha de la medula, Pedro alternó con Julio primero y Abella después en el centro del campo. Y el ataque fue para Luisma, más generoso que en otros encuentros, y Montero, que continúa sin ver puerta. Bueno verla si que la ve. Pero borrosa. Un disparo al larquero y una muy buena intervención de su portero impidieron que el marcador de los visitantes se moviera. Así las cosas, el resultado final hubiera sido un empate, de no haberse inventado el árbitro un penalti de los que sólo se pitan en el área del visitante. Desde ese momento el partido duró un suspiro y nada pudieron hacer por restablecer la justicia en el marcador. Si bien el partido fue ganado de manera inmerecida por los tinetenses, sí que se ganaron de manera abrumadora el respeto, el cariño y la admiración de todos los que allí estuvimos. El tercer tiempo fue para recordar. Estuvieron amabilísimos en el trato, exquisitos en las atenciones y abundantísimos en la comida y la bebida con la que nos obsequiaron. En la mesa sí que nuestro equipo supo colocarse perfectamente, interceptando todos los envíos que salían de la cocina y de la bodega. En su sede todos admiramos, envidiando casi, la excelente instalación, y disfrutamos del Sol y del paisaje, mientras conversábamos tanto en las previas como en las postrimerías de la comida. Ya de regreso algunos de los jugadores hicieron un alto para reponer, con bebidas energéticas con hielo y limón, los nutrientes perdidos durante el esfuerzo, mientras comentaban diversos lances del partido y la huella que esta agradable jornada había dejado en sus corazones.

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