Faltaba un punto para poder ascender y parecía que hoy era el día. El equipo había ganado todos sus partidos durante la temporada menos un empate, así que la empresa parecía fácil. A esto había que añadir que al Llanera en la primera vuelta se le había ganado por 7-1. Pero el fútbol tiene esas cosas que lo hacen grande y es que cualquiera te puede amargar el día.
Los niños del Cova salieron nerviosos, sabedores de la posibilidad de ascenso; los del Llanera muy bien ordenados y buscando jugadas a la contra. A veinte minutos del final los locales con su táctica de juego ganaban 3-1, y al Cova, parecía que el sueño se les iba a escapar. A los de Álex les entraron las prisas y con ellas la precipitación y la falta de acierto.
Una jugada elaborada nos daba el 3-2 y a partir de aquí el partido cambió, el Cova se empezó a sentir más cómodo y en 15 minutos anotó 4 goles más. Después de tanto sufrimiento, cada gol era celebrado con gran alegría y al final llegó la locura.
Había que subir y se subió con mucho sufrimiento, pero viendo la cara de los niños, todo sufrimiento, mereció la pena.
¡Enhorabuena a todo el grupo!